Nick Lowe regresa junto a Los Straitjackets con «Indoor Safari»

Con este trabajo, el músico británico rompe un silencio discográfico de más de una década

Para quienes no hayan seguido de cerca su carrera, o se perdieran el concierto que ofreció en 8 de octubre de 2022 en el Auditori d’Alcudia, Nick Lowe ha sido un titán discreto de la música británica desde los años setenta. Aunque nunca alcanzó el estrellato ni se instaló en el mainstream, ha dejado una profunda huella en el rock, tanto como productor —guiando a iconos como Elvis Costello y Graham Parker en sus primeros pasos— como compositor de joyas pop como «Cruel to Be Kind» y «So It Goes».

Tras once años sin un disco de estudio, Lowe regresa acompañado por Los Straitjackets, un quinteto estadounidense que lleva máscaras de lucha libre en la cara y el surf rock en las venas. Una banda con la que ha forjado una relación musical tan entrañable como improbable. Y es que no es la primera vez que colaboran. Desde que unieron fuerzas en 2014 para una gira, Lowe y Los Straitjackets han estado explorando mutuamente sus habilidades y estilos, como si fueran dos amigos de toda la vida intercambiando discos de vinilo en un sótano polvoriento. Esa amistad se ha transformado en Indoor Safari (Nick Lowe Ltd. bajo licencia exclusiva de Yep Roc, LLC.), un disco que suena tan rítmico como relajado, sin perder un ápice de la chispa característica de Lowe.

¿Qué encontramos en este trabajo? Primero, hay que decir que el músico no ha perdido su toque. Con su voz cálida y su manera de narrar directa y sencilla, se desliza a través de 12 canciones con la destreza de un artesano que conoce a la perfección su oficio. Composiciones que, aunque aparentemente sencillas, encierran capas de significado y emociones que solo alguien con su trayectoria puede evocar.

El álbum abre con «Went to a Party», un tema con el humor y la ironía típicos de Lowe. No se necesita más de una escucha para quedar enganchado a su ritmo contagioso y la comedia resignada que destila su letra. Y lo cierra «Don’t Be Nice to Me», un rock suave que recuerda a los primeros días de pub rock en los que Lowe comenzó su carrera, cuando tocar en bares pequeños era sinónimo de honestidad y cercanía con el público. Entre medias, en los temas lentos es donde Indoor Safari realmente brilla. «Blue on Blue» es una muestra perfecta del lado más reflexivo de Lowe, una balada que encierra la melancolía de un hombre que ha vivido lo suficiente como para conocer las vueltas inesperadas del destino.

A medida que el álbum avanza, Nick nos sorprende con algunas joyas ocultas. Versiones de «Raincoat in the River» y «A Quiet Place», dos canciones de los años 60 que Lowe rescata del olvido, infundiendo nueva vida en ellas sin perder su esencia original. Es aquí donde vemos al maestro intérprete, aquel que puede apropiarse de cualquier canción y hacerla suya, con ese estilo relajado y carismático que parece no tomarse nada demasiado en serio, pero que lo toma todo con la debida seriedad.

Lowe ha creado un álbum de rock retro sin pretensiones, un disco que se siente como una visita a casa de un viejo amigo. Y para ello Los Straitjackets son los cómplices perfectos. No solo entienden perfectamente el humor, la ironía y la ternura de Lowe, sino que además pueden tocar cualquier cosa que les pongas delante.

Este es un disco para saborear con calma, como un buen vino. Un álbum donde la madurez y la frescura se encuentran en un equilibrio perfecto. Si alguien dudaba de si valía la pena esperar por un nuevo trabajo de Nick Lowe, Indoor Safari es la respuesta.